Pareciera que ya no sé nada de ti
De pronto siento ser vulnerable, de pronto el techo se cae y no hay para dónde correr, sólo queda alzar las manos y tratar de cubrirte, esperando que el golpe no sea muy fuerte. En el proceso puedes maldecir y despotricar contra todo incluso contra ti mismo, culpándote de no ser la suficientemente fuerte o inteligente para poder soportar mientras los escombros caen sobre ti.
Lágrimas no importan, pues por esta ves no diluyen el sentimiento, ganas de golpear a todo no me faltan, gritar a diestra y siniestra por sentirme estúpido, más no puedo aceptar.... ¿qué tienen ellos, que yo no tenga?
Pero el enemigo siempre es uno mismo, proyectando situaciones, visualizando un futuro que resulta tan efímero y solvente, más callar lo que duele cuesta mucho trabajo y es veneno para el ánimo. En instantes el peso me aplasta y mi cara lo refleja, preferible no hablar pues conozco mi incontrolable rasgo zodiacal "bendito escorpión".
No sé que hacer, que decir, qué camino tomar, o qué haré para mantenerme a flote, pues sinceramente sigo esperando... y ruego que no me canse de hacerlo
0 comentarios:
Publicar un comentario